lunes, 28 de julio de 2014

Hoy me he puesto un bikini...



Que dicho así no parece gran cosa, pero hay que tener en cuenta muchos factores, y uno de ellos, es mi baja autoestima, unida al "miradas inquisitivas que juzgan tu tipazo".

Os hago un poco de "remebering"...Cuando me quedé embarazada de Ivan me cuide poco o nada, a lo sumo me echaba cada día mi aceite de almendras y listo, pero comía para dos y por dos, ¿resultado? 23kg entre niño y lo que no era niño, prácticamente todo concentrado en la zona central, vamos que parecía un boloncio con patas, teniendo en cuenta que mido 1,54...Vamos, que os hacéis a la idea de como quedo mi barriga de descolgada...

Al verano siguiente, gracias a la LM había  adelgazado esos kilos e incluso 5kg de más que ya tenía antes del embarazo, con lo que, lo que antes era una barriga, ahora parecía una uva pasa (por que también me salieron estrías, en la semana 38, pero salieron las japutas). Así que, ese verano, tiré de trikini, monisimo de la muelte. Pero un trikini, al fin y al cabo.

Pasado un año más, habiendo recuperado algún quilillo, más conocido como el puñetero flotador, me di cuenta que no podía ponerme el trikini y pensé que co** este año me compro un bikini, con un par. Y sí, me lo compré y lo usé, asegurándome cuando iba a la playa de no ponerme al lado de alguien que conociera ( ni de ninguna mama con tipazo, de esas que el día que tienen al niño ya han recuperado su vientre plano, que son como las meigas, haberlas haylas)... 

Así que parecía que había superado mi manía a mi barriga de abuela de 80 años, pero eso estaba muy lejos de la realidad...

El verano del 2011 usé bikini, pero ese verano no lo cuento, porque venía con bombazo incluido. Así que lo omito.

Un año después del segundo embarazo y con más estrías aún y una barriga más flácida, me rendí al bañador, eso si, un bañador tipo faja reductora y que te pones las tetas en su sitio. Así sí se puede lucir bañador...además ideal para mamis que llevan mucho a sus churumbeles en brazos, ya que no hay riesgo que un piececito se apoye en tu braguita y te la baje en un movimiento sexy...

Y al siguiente verano me volvió a entrar el gusanillo del bikini, comprendo que no soy perfecta, ni lo voy a ser, ni pretendo serlo. Así que cogí un día y me lo puse en la piscina con amigos y no me importó en absoluto, ni me sentí incómoda...

Así que este verano, aunque aún colea, es sombra de las miradas inquisitivas, he decidido que me voy a poner mi bikini cuando me apetezca, que a quien no le guste que no mire y que si alguien va a criticarme por como me visto y no por como soy, esas personas no merecen ni un segundo de mi atención.

Yo quiero para mis hijos que sean personas seguras de sí mismas y que mejor manera de enseñárselo que dando ejemplo, diciéndoles que ellos tienen que vestir y ser como más felices les haga (y no por que a fulanito o menganito les mole o no les mole nada). 





8 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias nena! Si es que al final el peor juez es uno mismo!

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  2. Si señora, seamos felices con cuerpos sanos, más o menos grandes, pero sanos.
    Y si nos apetece bikini o vestido ajustado y nos sentimos bien, ole!!!!
    Me alegro que empieces a sentirte bien! Ese cuerpo ha gestado dos personas, piensa en ello ;)
    Un abrazo

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    1. Sí, más o menos es lo que me dijo una amiga...pero es duro superar ciertos retos...

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  3. Claro que sí!! tienes que ponerte lo que te apetezca.
    Yo estoy muy lejos de tener un cuerpo 10 ya que desde el embarazo no consigo recuperar la talla, pero lo siento lo mío no es el bañador y a quien no le guste que no mire.
    Lo único que me importa cuando voy a la playa es pasarlo bien con la peque, así que sin complejos y a disfrutar.

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    1. Si tienes mucha razón! Pero cuesta cambiar el chip!!

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  4. Anda que no nena, vivan los cuerpos imperfectos, mi michelín es el resultado del paso de mis hijos por mi cuerpo, a quien no le guste es su problema, no el nuestro jajaja

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    1. Me encanta eso de "mi michelin es consecuencia del paso de mis hijos por mi cuerpo" me lo apunto!

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