El pánico a la hoja en blanco

Tengo el blog un poco abandonado, hay muchas razones, unas son más personales, más profundas, otras son más banales, pero la principal razón es ese miedo irracional a la hoja en blanco.

Reconozco, que en muchas ocasiones, tengo miles de ideas en la cabeza, incluso pienso un tema y se empieza a desarrollar una idea, con sus frases, palabras, puntos y comas...Lo peor, que suele ser en momentos en que no puedo apuntarlas. Pienso, pues, que ya lo escribiré en cuanto me pueda sentar delante del ordenador, en ese momento de tranquilidad que tenemos las madres cuando nuestros retoños se han entregado al primer sueño...

Peeeero no, o se me olvida sentarme a escribir (que cómoda se está espachurrada en el sofá) o llega la peor parte, enfrentarme a es hoja en blanco, esa temida hoja en blanco. De verdad que no lo entiendo, no es algo racional, es abrir esa hoja y esfumarse todas las palabras, que quizás sólo 15 minutos antes tenía en la cabeza.

Así que cuelgo la foto con la que quiero ilustrar la entrada y pongo las 4 palabras básicas. Nada de escribir una parrafada, ni esa frase tan ingeniosa con la que te has estado riendo en tu cabeza, ¡por todos los santos si era desternillante!

Pero de todas maneras, este blog no es un blog para que me vengan las bloggers a reirme las gracias, ni que me digan lo guapa que soy y el tipo que tengo (aunque oye, que alguna vez estaría bien, que bien mona que soy y mi abuela de los piropos ya no está para echármelos), ni que me digan lo preciosos que son mis niños. Este blog es un blog para el recuerdo, para que  cuando sean mayores nos riamos de esas tonterías que hacíamos, de esas frases y esas anécdotas, que parece que te vas a acordar toda la vida, pero no todas serán así.

Que oye, que no está nada mal que la gente comente, ¡faltaría más! ¡Me encantan los comentarios! Pero tampoco me deprimo si no los hay. Así, que aquí me teneis, enfrentándome a esta hoja en blanco, se ve que esta vez no se me ha dado mal...