martes, 22 de julio de 2014

Entrada pendiente: el cumple del primogénito

Sí, lo sé, no tengo perdón de Dior...Debía esta entrada desde abril...Vamos, que un poco más y la publico el año que viene. ¡Pero no! Por fin he podido coger el ordenador y cargar las fotos del cumple...Bueno, allá voy.

Como ya os había contado aquí, este año decidimos celebrar conjuntamente el cumple de Ivan. Y para ello, debíamos adelantarlo unos días, ya que eran 4 cumpleañeros y todos cumplían en abril, excepto Ivan que cumple el 4 de mayo.

El día elegido fué el 26 de abril. Nos hizo un día genial y como el cumple estaba programado para las 17h, aún nos dio tiempo y todo a jugar un partido de fútbol.


Para Ivan fue una tarde completa, un partido de fútbol, amigos, juegos, tarta, regalos...¡Qué más se puede pedir!

Os recuerdo que el cumple lo celebramos en una granja-escuela en Cabanes, La Granja la Perdiu, con mucho verde para corretear, animales para ver...Ideal para niños entre 3-7 años. Y sobretodo para niños y para niñas.

El dueño muy simpático, ataviado con un gorro de cowboy nos amenizó la tarde. Cuando estuvimos todos comenzó con la visita. Primero, parada técnica en el espacio reservado para los pollitos, vimos la incubadora y nos dejó coger algunos pollitos, tan monos y suaves.

 

Luego pasamos a conocer al resto de aves que tiene allí, gallinas exóticas y aves de todos los tamaños. Los peques estaban alucinados, aunque esta parte les gustó más a las niñas.



Luego pasamos a dar de comer a las cabras y a los cerdos vietnamitas, que en verdad me dieron pena, porque los chicos intentaban darles con los curruscos de pan (más brutos ellos). Y para acabar les dimos de comer a los ponys.




Y llegó el momento de la merienda y...¡una tarta con payaso! Que miedo les dió el payaso a los más peques, como mi Emma y mi sobrino...Pero a los protagonistas les encantó. La tarta era un bizcocho que encargamos en una pastelería y estaba buenísimo no, lo siguiente. Para cortar la carta, el payaso (el dueño, que es un señor muy polifacético) les hizo partícipes con bromas...Mi hijo no paraba de reir.



Eso sí, en cuanto se sirvió la tarta, los niños salieron a correr por el campo, jugar a fútbol, subirse a todas partes, tirarse por el tobogán y hasta jugar en una tienda india...




Fué una tarde genial, nos hizo un tiempo estupendo y todo el mundo acabó encantado...¡qué más se podía pedir!

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