domingo, 29 de diciembre de 2013

Los gatos y los niños

Nunca he tenido dudas de si iba a tener niños teniendo a los gatos. Al contrario de lo que cree la gente, los gatos son animales muy cariñosos, aunque hay de todo. Son como las personas, los hay más amigables, los hay más solitarios, los hay cariñosos y los hay despegados...Cada gato tiene su carácter. Pero no por el simple hecho de ser gato, va a llevarse mal con los niños. En esto ha hecho mucho daño Disney y su dama y el vagabundo, dando una visión muy rastrera de los pobres gatos...

Yo tengo un gato de cada, tengo uno sociable y otro muy tímido. Kore, el siamés (llamémosle así por el color de su pelaje, no porque sea un gato de raza, más bien lo contrario) es el sociable. Siempre viene a saludar y a ponerse encima tuyo, se restriega a la mínima y ronronea sin parar. H, el negrito, es muy tímido y no le gusta que lo cojan en brazos y desaparece en cuanto llaman al timbre, de hecho, si hay visitas ni aparece.
Como anécdota puedo contar, que un año que nos fuimos de vacaciones unos días, una amiga venía a ponerles comida y no lo vió ningún día, bromeábamos sobre si existía el gato...

Así que, aunque confiaba en mis gatos, reconozco que me daba un poco de miedo, que hubiera rechazo, que no lo aceptaran al nuevo humano y tener que darlos en adopción, cosa que hubiera sido el ultimísimo-requeteultimísimo supuesto...Pero no fué así. Como yo participaba, por aquel entonces, en un foro gatuno, las gateras que ya habían sido mamás, me dieron algunos trucos.

Aquí van algunos de ellos:

   1) Hacerlos partícipes de los cambios en la casa. Cuando estemos preparando la habitación,
         mostrarles las cosas, como la cuna, la ropita...

   2) Una vez haya nacido el bebé, antes de que este salga del hospital, llevarle un pañal sucio, ropita
         que ya haya usado y dejársela oler, para que se vayan familiarizando.

   3) Al volver del hospital, mostrarles al nuevo integrante de la familia, sin miedo, con respeto, pero
         ellos saben como actuar,

   4) Dedicarles mimos y no dejarlos de lado, ellos sabrán donde y hasta dónde pueden llegar. No está
         de más tener un poco más de precaución los primeros días, aunque generalmente ni se acercarán
         al bebé.

Y seguro que hay más cositas, pero con estas premisas, iréis sobre seguro.

Mis hijos adoran a mis gatos, y aunque los gatos son más esquivos con los niños, nunca les han hecho daño, ni les han arañado. Y eso que mi hija es un rato bruta...Claro que yo estoy encima de los niños, porque los padres somos responsables y debemos enseñarles a tratar a los animales con cariño y respeto.



2 comentarios:

  1. Hola! No conocía tu blog y me ha encantado esta entrada! Yo tengo dos gatos y estoy embarazada de 10 semanas. No me preocupa nada la verdad cómo se comportarán con el bebé, creo que ni se acercarán a él porque se moverá mucho para su gusto. Respetarán su espacio. Me "preocupa" un poco más la perra que tenemos. Aunque es muy cariñosa ella sí que es muy alcahueta y con los niños siempre está olisqueando y lamiendo. Con ella sí que tendremos que hacer un "trainning" para que sepa los límites y no sea demasiado pesadita :-) Y lo que dices de los niños y educarlos, coincido totalmente. Además de que sean suaves y cariñosos con ellos, me preocupa, sobre todo con la perra, que el niño/a sepa que no se puede tocar su comida, porque la agresividad de los perros con la comida es instintiva y aunque a nosotros nos deja tocársela, no sé cómo reaccionaría con el bebé.
    Un beso!

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    1. Es muy posible que tengas que vigilar más a la perra que a los gatos, pero fiate de tu instinto y el de ella, ya verás que ella tb sabrá comportarse bastante bien.

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